domingo, 31 de enero de 2010

resaca dominguera

Son las cinco de la tarde y una hora después de haberme despertado, sigo con los ojos cerrados inundados del cansancio acumulado de la noche de ayer. Adoro esos momentos que sin planear nada, todo surge, de la nada, y, surge lo mejor.
Mmm creo que estoy demasiado dormida como para conseguir que salga de mi mente algo interesante que leer.

Han pasado unas horas, un café con los mismos de siempre y unas risas compartidas desde que escribí el anterior párrafo; todo sea dicho que algo más despejada me encuentro y con la cabeza cuerda como para poder encadenar dos frases sensatas.
Después de dar vueltas y vueltas buscando aparcamiento (todos los días la misma historia), he terminado dejando tirado el coche al lado de una marquesina y me he parado a ver el anuncio, no sé si será bueno o malo, porque en realidad no recuerdo muy bien el tema (relacionado con el medio ambiente) pero si recuerdo a la perfección el eslogan:

“Porque algo empieza a ser importante cuando empiezas a hablar de ello”

Solo con leerlo y sin necesidad de pensarlo sabía que esto puede ser aplicable a cualquiera de nosotros, y si en cualquiera de vuestras vidas no es aplicable os aseguro que en la mía si. ¿cuántas veces un segundo ha sido hablado durante horas? ¿cuántas veces un minuto ha sido comentado durante días? ¿y cuántos días han sido relatados durante meses? Y así sucesivamente....
Una mirada que se te queda en la mente infinitos minutos posteriores, la magia de un beso que ser convierte en verdaderamente mágico cuando lo piensas y tratas de explicar, aquel viaje que sigues comentando en todas las comidas de navidad... ¿sería verdaderamente todo esto importante si no tuviéramos a nadie a nuestro lado a quien contar nuestras hazañas? En definitiva, cada milésima de segundo de nuestra vida ¿sería importante si no tenemos un alma gemela con quien compartir todo?

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