miércoles, 10 de febrero de 2010

Empiezo a echar de menos todo, a añorar tiempos pasados que fueron mejores, a tener nostalgia de todas las personas que por unas cosas u otras están lejos de nosotros.

Pero es una sensación rara, difícil de explicar y muy fácil de sentir, porque en el fondo nos tiramos nuestra vida entera echando de menos y recordando cosas del pasado, pensando que momentos anteriores fueron mejores cuando en esos momentos pensabas lo mismo de otro pasado ya vivido.
Es como si nunca llegáramos a estar conformes con el presente queriendo retroceder al pasado y deseando correr al futuro, odiamos la rutina y cuando no la tenemos la necesitamos, adoramos viajar y cuando estamos lejos de casa nos entra la morriña, en el día a día nos cansamos de ver la misma gente, pero ¿y lo duro que resulta separarnos de ellos?

Deberíamos de regalar un stop a nuestras neuronas y dejar de pensar; y disfrutar e improvisar, y loquear, y desvariar, y dejarnos guiar por lo que sentimos en el momento olvidándonos de las consecuencias en el futuro y los errores del pasado; porque, al fin y al cabo imagino que en eso consiste el verbo vivir

No hay comentarios:

Publicar un comentario