No sé si sois, si somos, realmente conscientes de cómo el mundo, la sociedad, manejan nuestro camino y marcan nuestro destino.
Que tenemos que trabajar, estudiar o gastar el tiempo en otros menesteres de lunes a viernes, que tenemos que estar con los amigos el poco tiempo que nos queda, que dediquemos a nuestra familia x horas al día porque no disponemos de más, que descansemos el domingo y que el sábado noche nos tomemos una copa, o varias si se tercia, para ahogar todo lo vivido durante la semana en alcohol.
Que nacemos, lloramos, aprendemos a leer y escribir, que nos llega la edad del pavo, que reímos, nos enamoramos y compartimos nuestra vida con alguien.
Y que si te sales del camino establecido y habitual corres el mayor de los riesgos y muy probablemente no seas capaz de asumirlo, serás uno de esos grupos marginales o diferentes o... es que no sé ni que palabra utilizar para que suene políticamente correcto, a pesar de que luego todos los demás los traten políticamente incorrectos.
Y que muy a pesar de una persona que está a mi lado desde siempre y lucha por la igualdad y el desmarque, por ser diferente a todos, pero siguiendo las migas de pan que el mayor de los pulgarcitos va dejando, somos unas malditas “ovejas del sistema”.